domingo, 1 de julio de 2007

9.Imágenes


*Prisionero Viet Cong

Un preso de Viet Cong, aguarda el interrogatorio en una separación de las fuerzas especiales en Thuong Duc, Vietnam, a 25 kilómetros al oeste de Danang, enero de 1967.


*Inspeccion


Tropas, inspeccionando casas, de la '1st Air Cavalry Division' de patrulla en un área de 40 kilometros del norte de Qui Nhon; como parte de la operación Thayer, octubre de 1966. La misión fue diseñada para despejar hacia fuera lo que creyeron dos batallones al norte del vietnam. se preparaban contra un ataque en una pista de aterrizaje.


*Después de la Batalla

En la gran provincia Khanh, Vietnam, el 4to btallón R. Richter, de la 503a infantería, de la 173a brigada aerotransportada, y del sargento Daniel E. Spencer aguardan el helicóptero que llevará a su camarada muerto, 1966.







Soldados Norte Americanos atacando.


1: Operacion Wahiawa helicópteros de UH-1D airlift a miembros del 2do batallón, 14ta infantería en una plantación de goma durante la operación Wahiawa, tenian la misión del buscar-destruir la división de infantería de Cu Chi, Vietnam, en mayo de 1966.
2: Esperando Ayuda un médico del 1r batallón, décimosexto infantería, 1ra división de infantería, busca el cielo a por un helicóptero de Medevac para trasladar a un compinche herido, junio de 1967.
3: Terreno de Swampy. Los soldados llevan a un camarada herido fuera de terreno hostil, 1969.
4: Ayuda médica. Una muchacha vietnamita joven recibe la ayuda médica durante una lucha feroz, cerca de Danang, enero de 1968.




Vietnamita protestando.

8.Videos







7.Repercusiones del conflicto

Probablemente pocos conflictos hayan tenidos tantas repercusiones en la Historia contemporánea como el de Vietnam y también pocos han atraído más atención de novelistas y sobre todo cineastas.



En Estados Unidos

Los bombardeos masivos, el uso de prostitutas francesas y la crueldad de la guerra retransmitida por vez primera por los medios de comunicación terminaron de cambiar la imagen que aún había en muchos países de EE.UU. y especialmente la que tenían los estadounidenses de sí mismos. La imagen de un país enorme aplastando a otro pequeño y la de sus soldados cometiendo matanzas fuera y dentro resultaron demoledoras, dejando aplastado (pero no muerto) el espíritu del Destino Manifiesto. En las elecciones de 1968 un presidente dedicado a las reformas sociales como Lyndon Johnson se enfrentó a fuertes desafíos por parte de dos demócratas opuestos a la guerra: los senadores Eugene McCarthy y Bob Kennedy (hermano del asesinado presidente Kennedy y asesinado también al final de la campaña). El 31 de marzo, en vista de una humillante derrota en las encuestas de opinión pública y de la incesante prolongación del conflicto en Vietnam, Johnson se retiró de la contienda presidencial y ofreció negociar el fin de la guerra. La reelección de Nixon en 1972 provocó un éxodo masivo de ciudadanos descontentos a países como Canadá.

La oposición a la guerra se extendió dentro y fuera de Estados Unidos entre la juventud, siendo una de las causas de los movimientos contra el sistema, como el movimiento hippie. Las universidades estadounidenses fueron escenario de manifestaciones de protesta contra la implicación de Estados Unidos en esta guerra no declarada y, en opinión de muchos, injustificada. Hubo encuentros violentos entre los estudiantes y la policía con masacres. En octubre de 1967, 200.000 manifestantes marcharon frente al Pentágono, en Washington DC, exigiendo la paz, siendo uno de los puntos más álgidos del movimiento pacifista. También es cierto que dicha situación coincidió con uno de los momentos de máxima prosperidad económica con una gran demanda de empleo, lo que confería mucha seguridad a la juventud y posibilidades de cambiar modas y costumbres.

La firma de los acuerdos de paz en París no fue una salida con honor, como pretendía Nixon, como demostró después la sensibilidad de la sociedad estadounidense hacia los desaparecidos en combate y, en décadas posteriores, a todos los que evitaron el conflicto por uno u otro camino. Además la contienda dejó centenares de miles de soldados con una amplia adicción a las drogas y afectados por los efectos del agente naranja usado durante la guerra, que lograron décadas después la prestación sanitaria gratuita o la supresión de barreras arquitectónicas.

El ejército estadounidense afirmó siempre que había luchado como debía, y si no logró la victoria fue por tener las manos atadas a la espalda, teniendo que llevar a los periodistas al mismo frente, no pudiendo emplearse como deseaba, etc. Pero el trauma de Vietnam duró mucho más a los militares que a la sociedad en general. Así las referencias a esta contienda en cualquier guión de cine que requiera ayuda del Pentágono son discutidas hasta la saciedad incluso con amenaza de romper la colaboración si no se atiende a sus demandas como fue el caso de Oficial y Caballero sobre las canciones que cantaban los cadetes sobre los niños y el napalm, o T.A.P.S. Más allá del honor donde hubo que cambiar los diálogos, el final y la actitud del capitán de la Guardia Nacional porque se estrenaba diez años después de la matanza de Kent State y podía recordar al hecho (los productores necesitaban los carros y los helicópteros), o en el mismísimo James Bond, unos treinta años después de terminar el conflicto, los guionistas tuvieron que suprimir una frase sobre la posibilidad de comenzar otra guerra contra Vietnam si era descubierto y "puede que esta vez ganemos".

Para Vietnam

La victoria frente al capitalismo no trajo la paz a Vietnam, como el cambio de nombre de su fiesta nacional por Día de la Paz pudiera hacernos creer. Pocos años después la nación invadía Kampuchea y los hombres de las balsas (refugiados) siguieron aumentando sin que ningún país quisiera hacerse cargo de ellos. Aunque la invasión de su vecino trajo la liberación de los camboyanos de su régimen maoísta, una de los más sanguinarios del planeta sino el que más, no logró la paz. Las luchas contra lo que quedaba de los Jemeres Rojos se prolongaron durante más de una década, con continuos anuncios de retirada que se aplazaban o no se cumplían, hasta que en los años 90 se celebraron elecciones en aquel país (ver Historia de Camboya).

El antiguo Vietnam del Norte perdió el 70% de su infraestructura industrial y de transportes, además de 3 000 escuelas, 15 centros universitarios y 10 hospitales.

El medio ambiente vietnamita quedó profundamente dañado por la utilización del Agente Naranja que desfolió grandes extensiones de selva que no han vuelto a recuperarse por la invasión del bambú y otras plantas. Pero peor aún fueron los efectos en la población de esas sustancias, aparentemente inocuas para los humanos, con miles de abortos prematuros, esterilidad (especialmente dolorosa para las mujeres de medios rurales) y nacimientos con malformaciones, a lo que debe añadirse todos los hijos ilegítimos de rasgos caucasicos y africanos dejados en la pobreza y marginación por los soldados de Estados Unidos.

Así mismo han causado muchos daños a la agricultura, muertes entre los campesinos y amputaciones (especialmente a niños) los miles de explosivos, municiones y minas sin estallar ni retirar en los bosques y arrozales. Estos efectos provocaron la bajada de producción en las explotaciones agrícolas y el aumento de la población urbana que huía del campo, convertido en campo de batalla. Se han contabilizado 10 500 000 refugiados; creando unas pérdidas de 200 000 millones de dólares.

También es verdad que, aún acallados por la censura oficial, muchos vietnamitas echaban de menos los tiempos de los "yankis" y su dinero. Pero con la apertura de relaciones diplomáticas en los años 90 y la ayuda económica estadounidense se han producido situaciones de cierto desconcierto ante tanta generosidad.

Las enormes infraestructuras de túneles excavados por todo Vietnam ahora forman parte de las atracciones que visitan los turistas. Se pueden ver las entradas camufladas, recorrer sus galerías, sentarse en las selvas de reuniones e incluso disparar las Ak-47. Este turismo de guerra ha contribuido a levantar la economía del país, muy debilitada tras la caída de la URSS.

Para el resto del mundo

La constatación de que un pueblo pobre, pero muy motivado podía derrotar a la mayor potencia mundial empleando la guerra de guerrillas caló muy hondo en la mayoría de los países. Hasta el punto de considerarse el medio definitivo de lucha de las naciones pobres contra las ricas, cosa de la que se han apartado después movimientos como el de los Sin tierra americanos.

Una nefasta consecuencia de aquella guerra fue la falta de atención prestada por Occidente al genocidio camboyano por ser un pueblo subdesarrollado que había logrado derrotar también a un aliado de Estados Unidos; por lo tanto, en la mentalidad izquierdista/revolucionaria, no podía ser malo o si lo fuera las informaciones aportadas por organizaciones como Amnistía Internacional se calificaban de falsas o manipuladas por los servicios de inteligencia estadounidenses.

Se puede decir que el Ejército de Estados Unidos aprendió muchísimo de lo vivido en Vietnam. Aunque los políticos de aquel país tuvieron cuidado después en no hacer combatir a sus asesores al lado de las fuerzas locales en regiones como Centroamérica, la experiencia obtenida en el sudeste asiático sirvió para formar a las fuerzas de países como El Salvador, Guatemala, Honduras, etc y ser una de las causas para lograr detener los movimientos guerrilleros de ideología comunista en Centroamérica que preocupaban a Estados Unidos décadas posteriores. En esa región sólo Nicaragua venció en su revolución.

Dentro del continente africano sólo en Etiopía venció una revolución marxista en 1977. La famosa e ineficaz línea McNamara fue puesta en práctica nuevamente en Sahara Occidental para frenar los ataques del Frente Polisario que a punto estuvieron de derrotar por completo a Marruecos. Estos muros de separación entre el llamado Sahara Útil y el resto del desierto emplean la misma tecnología de sensores de movimiento, detectores de personal y baterías tras las barreras físicas que la utilizada en la Zona Desmilitarizada; pero la experiencia obtenida permitió mejorar acertadamente la táctica empleada en la selva y supusieron una de las razones para que Marruecos lograra contener al Polisario..

En Europa ni ELA en Grecia ni el Dev Sol en Turquía lograron imponerse.

Por último, en Asia y Oceanía ningún movimiento marxista alcanzó el éxito de los vietnamitas.

Tras el descalabro de Vietnam las distintas administraciones estadounidenses trataron de evitar la participación directa en cualquier conflicto, especialmente en América. Así mismo, cuando estas se llevaron a cabo los distintos gobiernos reaccionaron con cierta rapidez; la Administración Clinton retiró a tiempo a las fuerzas enviadas a Somalia para evitar que aquella intervención se sintiera como una nueva derrota. En la década anterior, el presidente Ronald Reagan retiró del Líbano a sus fuerzas tras el atentado suicida en Beirut.

La utilización masiva del helicóptero en una guerra asimétrica se demostró correcta, pese a la derrota final. Tanto es así que en los conflictos posteriores de los años 80 y especialmente en siglo XXI se han empleado masivamente. En las Invasiones de Irak y Afganistán se han demostrado como el mejor método para combatir a un enemigo disperso y extremadamente móvil en la llamada Guerra contra el Terrorismo. Así la mayoría de los ejércitos de principios del siglo XXI tendieron a reforzar y diversificar sus flotas de helicópteros frente a los llamativos, pero menos eficaces cazas y bombarderos.



6.3 Rendición incondicional


A las 24 horas del 29 de abril (la Hora H) Saigón fue atacada por todas las direcciones, excepto desde el mar. Por la Zona Desmilitarizada penetraron más unidades, lo mismo que desde Laos y desde el centro norte de Camboya.

En un bosque de caucho próximo a Dau Giay aguardaba una unidad de ataque en profundidad formada por una brigada de carros de combate, un regimiento de infantería y algunas unidades más. Llevaban los vehículos camuflados con ramas, los brazos con cintas rojas para distinguirse y uniformes impecables para tomar la capital.

El general Cao Van Vien firmó la orden de resistir con la frase "defender hasta la muerte, hasta el final, la porción de la tierra que nos queda", poco después desertaba de su puesto y huía del país.

A las 15:00 del 29 de abril los transportes, los blindados y carros de combate de la unidad de ataque en profundidad salieron del bosque y llegaron a la capital aplastando toda resistencia que pudieron encontrar. Al día siguiente llegaron a Saigón mientras la gente trataba de huir por cualquier medios y con asombro ocuparon las calles de la capital avanzando hacia el cuartel general del Estado Mayor, el Palacio de la Independencia, el cuartel general de la Zona Capital Especial, el Directorio General de la Policía y el aeródromo de Tan Son Nhut con una enorme rapidez. Hasta los periodistas quedaron sorprendidos cuando recibieron la noticia de que habían penetrado en el palacio presidencial (los tanquistas vietnamitas tuvieron la cortesía de repetir el acto poco después para que lo pudiesen fotografiar). Era la Caída de Saigón.

Los comunistas subieron las escaleras del Palacio con sus banderas. Llegaron al despacho del presidente y entraron. Con cierta dignidad Minh dijo:

“Les hemos estado esperando para poder transferirles el gobierno”.

La contestación fue:

“Usted no tiene nada que transferir. Puede rendirse incondicionalmente” .

6.2 Los preliminares de la Ofensiva de Primavera

En un principio la seria derrota cosechada en la Ofensiva de Pascua hacía recelar al politburó de una rápida victoria. Más bien lo que trataban de conseguir era una posición más fuerte, a ser posible cortando al país en dos, para el ataque final que tendría lugar en 1976.

Sin embargo, desde el Sur, el general norvietnamita Tran Van Tra pedía una gran acometida a unos 10 km de la capital. Él insistía en que se podía conseguir una victoria rápida. El plan consistía en partir de las Tierras Altas Centrales hasta la ciudad de Pleiku y cortar su conexión con Ban Me Thuot. En un principio se aplazó la petición, pero finalmente Hanoi decidió comenzar la ofensiva, y el general Van Tieng Dung fue enviado al Sur para preparar todas las actuaciones.

El 1 de marzo de 1975 el EVN cortó los enclaves terrestres con Ban Me Thuot, la ciudad cayó el 13 de ese mismo mes. El ataque hizo tomar al presidente Thieu dos de tantas decisiones equivocadas, pero que en aquellos momentos resultaron extraordinariamente trágicas:

  • Sacar a sus fuerzas de Pleiku y Kontum para concentrarlas en la ciudad que terminaba de caer.
  • Abandonar la Zona Desmilitarizada, replegando todos los efectivos de la ciudad de Quang Tri hacia Hue y Da Nang.

La retirada se convirtió en una desbandada. La presión del ejército enemigo, el pánico de los civiles que huyeron aterrados y la ineptitud del mando que no pudo realizar una retirada ordenada (una operación de las más difíciles que se le pueden pedir a un oficial) minaron por completo la cohesión y espíritu de lucha de los soldados que, en lugar de defender las ciudades citadas, huyeron entre la multitud que bajaba despavorida. En un intento de evitar una derrota catastrófica el presidente del Sur en marzo decretó la movilización general para tratar de contener la ofensiva que muy pocos veían irremediable. Pero el esfuerzo resulta inútil, Hué cayó el 25 de marzo y Da Nang el 30. En las Tierras Altas Centrales también cundió el pánico y cayeron en poder del Norte dos días después.

Como reconoció posteriormente el general Van Tieng Dung, aquel fue un golpe de suerte con el que no contaban. Ante estas noticias el buró político dirigido por Le Duc Tho y el militar a las órdenes de Giap enviaron sendos cables aprobando la movilización solicitada por Dung. Este general comenta las discusiones que había habido por cual sería el campo de batalla elegido. Finalmente se optó por la región de Tay Nguyen por tener el Sur sólo dos divisiones para defenderlo y además diseminadas. Pero ni siquiera estas ofrecieron gran resistencia porque todo el país era un caos.

Al gobierno de Saigón sólo le quedaba jugar la carta de luchar en las provincias del sur (las más ricas) a la espera del monzón que detendría o paralizaría todo. Mientras el Vietcong asentaba sus bases y organizaba un Gobierno Revolucionario Provisional.

Mientras tanto ocurría eso, los contactos con Estados Unidos para conseguir apoyo aéreo no cesaron; pero en esta ocasión sólo lograron buenas palabras de un país que quería olvidar cuanto antes aquella contienda.

6.1 El alto el fuego de París

El 27 de enero de 1973 la delegación de Vietnam del Sur, la norvietnamita, la estadounidense y la del Gobierno Provisional de la República de Vietnam del Sur (el Vietcong) firman los Acuerdos de Paz de París. El documento se componía de 23 artículos con las misiones de cada bando y fue arduamente preparado hasta en los más mínimos detalles, pero Vietnam del Sur quedó excluido. Los estadounidense deseaban cerrar ese capítulo de su historia cuanto antes.

Los acuerdos de paz suponían el alto el fuego, la retirada de los estadounidenses en 60 días a cambio, la celebración de elecciones en el Sur y el intercambio de prisioneros.

Estos acuerdos suponían para Estados Unidos un respiro. Con el final de su participación en la Guerra ahorraba unos 8 100 millones de dólares y especialmente la gran tensión que se vivía en el país. Sin embargo para Vietnam (tanto del Norte como del Sur) no era más que una pausa en la lucha. Una vietnamita del sur comentó en Saigón:

La que ha terminado es la guerra de los norteamericanos, pero la nuestra sigue y nadie sabe ni cuando ni como terminará.

Por su parte el gobierno del Sur anunció que no celebraría elecciones en su territorio.

Ante la llegada del alto el fuego los combates se recrudecieron para ganar el máximo territorio posible. Sin embargo el gobierno de Saigón acogió la noticia con indiferencia y decidió afrontar el ataque del Norte. Estados Unidos había prometido continuar ayudando económicamente al Sur, pero muy rápidamente fue reduciendo las partidas económicas hasta prácticamente suspenderlas en tiempos ya del presidente Gerald

6.La victoria del norte y la derrota de Estados Unidos

Pese a lo que los acontecimientos demostraron después, en 1972 y 1973 la derrota del Sur no estaba clara para ninguna de las dos partes. Por un lado combatían ya a solas, pero por el otro estaban recuperando territorio y Estados Unidos les había entregado 2.500 millones de dólares en armas y municiones, suficiente para resistir durante varios años.

Tampoco las circunstancias internacionales se lo ponían fáciles a ninguno de los dos bandos.

Problemas económicos

Pese a la generosa carga del arsenal que habían dejado los norteamericanos la salida de la guerra redujo por dos veces las ayudas económicas al régimen de Saigón (primero por Nixon y después por el Congreso) hasta dejarlas en 700 millones de dólares anuales.

Este recorte en las ayudas aumentó aún más en 1975 lo que obligó a dejar en tierra a más de 200 aviones, la mitad de la fuerza aérea survietnamita.

La Crisis del petróleo aumentó el precio de los alimentos y otros productos de primera necesidad en todo el Sur lo que obligó a muchos soldados a realizar trabajos extras fuera de las filas o a dejar su puesto para poder ganar lo suficiente como para mantener a sus familias reduciendo, claro está, el tiempo disponible para entrenamientos y operaciones.

Para el norte las cosas no marchaban mucho mejor. La política de acercamiento de Nixon a China (la famosa Diplomacia del Ping Pong de 1971 y la visita a Pekín de Nixon en 1972) hacía pensar en una disminución de la ayuda militar del gigante asiático a Vietnam del Norte.

Unido a esto la URSS también bajó sus generosas aportaciones de fondos y armas al tener que preocuparse de la seguridad de sufrontera con China, en la que llegaron a darse enfrentamientos esporádicos.