domingo, 1 de julio de 2007

9.Imágenes


*Prisionero Viet Cong

Un preso de Viet Cong, aguarda el interrogatorio en una separación de las fuerzas especiales en Thuong Duc, Vietnam, a 25 kilómetros al oeste de Danang, enero de 1967.


*Inspeccion


Tropas, inspeccionando casas, de la '1st Air Cavalry Division' de patrulla en un área de 40 kilometros del norte de Qui Nhon; como parte de la operación Thayer, octubre de 1966. La misión fue diseñada para despejar hacia fuera lo que creyeron dos batallones al norte del vietnam. se preparaban contra un ataque en una pista de aterrizaje.


*Después de la Batalla

En la gran provincia Khanh, Vietnam, el 4to btallón R. Richter, de la 503a infantería, de la 173a brigada aerotransportada, y del sargento Daniel E. Spencer aguardan el helicóptero que llevará a su camarada muerto, 1966.







Soldados Norte Americanos atacando.


1: Operacion Wahiawa helicópteros de UH-1D airlift a miembros del 2do batallón, 14ta infantería en una plantación de goma durante la operación Wahiawa, tenian la misión del buscar-destruir la división de infantería de Cu Chi, Vietnam, en mayo de 1966.
2: Esperando Ayuda un médico del 1r batallón, décimosexto infantería, 1ra división de infantería, busca el cielo a por un helicóptero de Medevac para trasladar a un compinche herido, junio de 1967.
3: Terreno de Swampy. Los soldados llevan a un camarada herido fuera de terreno hostil, 1969.
4: Ayuda médica. Una muchacha vietnamita joven recibe la ayuda médica durante una lucha feroz, cerca de Danang, enero de 1968.




Vietnamita protestando.

8.Videos







7.Repercusiones del conflicto

Probablemente pocos conflictos hayan tenidos tantas repercusiones en la Historia contemporánea como el de Vietnam y también pocos han atraído más atención de novelistas y sobre todo cineastas.



En Estados Unidos

Los bombardeos masivos, el uso de prostitutas francesas y la crueldad de la guerra retransmitida por vez primera por los medios de comunicación terminaron de cambiar la imagen que aún había en muchos países de EE.UU. y especialmente la que tenían los estadounidenses de sí mismos. La imagen de un país enorme aplastando a otro pequeño y la de sus soldados cometiendo matanzas fuera y dentro resultaron demoledoras, dejando aplastado (pero no muerto) el espíritu del Destino Manifiesto. En las elecciones de 1968 un presidente dedicado a las reformas sociales como Lyndon Johnson se enfrentó a fuertes desafíos por parte de dos demócratas opuestos a la guerra: los senadores Eugene McCarthy y Bob Kennedy (hermano del asesinado presidente Kennedy y asesinado también al final de la campaña). El 31 de marzo, en vista de una humillante derrota en las encuestas de opinión pública y de la incesante prolongación del conflicto en Vietnam, Johnson se retiró de la contienda presidencial y ofreció negociar el fin de la guerra. La reelección de Nixon en 1972 provocó un éxodo masivo de ciudadanos descontentos a países como Canadá.

La oposición a la guerra se extendió dentro y fuera de Estados Unidos entre la juventud, siendo una de las causas de los movimientos contra el sistema, como el movimiento hippie. Las universidades estadounidenses fueron escenario de manifestaciones de protesta contra la implicación de Estados Unidos en esta guerra no declarada y, en opinión de muchos, injustificada. Hubo encuentros violentos entre los estudiantes y la policía con masacres. En octubre de 1967, 200.000 manifestantes marcharon frente al Pentágono, en Washington DC, exigiendo la paz, siendo uno de los puntos más álgidos del movimiento pacifista. También es cierto que dicha situación coincidió con uno de los momentos de máxima prosperidad económica con una gran demanda de empleo, lo que confería mucha seguridad a la juventud y posibilidades de cambiar modas y costumbres.

La firma de los acuerdos de paz en París no fue una salida con honor, como pretendía Nixon, como demostró después la sensibilidad de la sociedad estadounidense hacia los desaparecidos en combate y, en décadas posteriores, a todos los que evitaron el conflicto por uno u otro camino. Además la contienda dejó centenares de miles de soldados con una amplia adicción a las drogas y afectados por los efectos del agente naranja usado durante la guerra, que lograron décadas después la prestación sanitaria gratuita o la supresión de barreras arquitectónicas.

El ejército estadounidense afirmó siempre que había luchado como debía, y si no logró la victoria fue por tener las manos atadas a la espalda, teniendo que llevar a los periodistas al mismo frente, no pudiendo emplearse como deseaba, etc. Pero el trauma de Vietnam duró mucho más a los militares que a la sociedad en general. Así las referencias a esta contienda en cualquier guión de cine que requiera ayuda del Pentágono son discutidas hasta la saciedad incluso con amenaza de romper la colaboración si no se atiende a sus demandas como fue el caso de Oficial y Caballero sobre las canciones que cantaban los cadetes sobre los niños y el napalm, o T.A.P.S. Más allá del honor donde hubo que cambiar los diálogos, el final y la actitud del capitán de la Guardia Nacional porque se estrenaba diez años después de la matanza de Kent State y podía recordar al hecho (los productores necesitaban los carros y los helicópteros), o en el mismísimo James Bond, unos treinta años después de terminar el conflicto, los guionistas tuvieron que suprimir una frase sobre la posibilidad de comenzar otra guerra contra Vietnam si era descubierto y "puede que esta vez ganemos".

Para Vietnam

La victoria frente al capitalismo no trajo la paz a Vietnam, como el cambio de nombre de su fiesta nacional por Día de la Paz pudiera hacernos creer. Pocos años después la nación invadía Kampuchea y los hombres de las balsas (refugiados) siguieron aumentando sin que ningún país quisiera hacerse cargo de ellos. Aunque la invasión de su vecino trajo la liberación de los camboyanos de su régimen maoísta, una de los más sanguinarios del planeta sino el que más, no logró la paz. Las luchas contra lo que quedaba de los Jemeres Rojos se prolongaron durante más de una década, con continuos anuncios de retirada que se aplazaban o no se cumplían, hasta que en los años 90 se celebraron elecciones en aquel país (ver Historia de Camboya).

El antiguo Vietnam del Norte perdió el 70% de su infraestructura industrial y de transportes, además de 3 000 escuelas, 15 centros universitarios y 10 hospitales.

El medio ambiente vietnamita quedó profundamente dañado por la utilización del Agente Naranja que desfolió grandes extensiones de selva que no han vuelto a recuperarse por la invasión del bambú y otras plantas. Pero peor aún fueron los efectos en la población de esas sustancias, aparentemente inocuas para los humanos, con miles de abortos prematuros, esterilidad (especialmente dolorosa para las mujeres de medios rurales) y nacimientos con malformaciones, a lo que debe añadirse todos los hijos ilegítimos de rasgos caucasicos y africanos dejados en la pobreza y marginación por los soldados de Estados Unidos.

Así mismo han causado muchos daños a la agricultura, muertes entre los campesinos y amputaciones (especialmente a niños) los miles de explosivos, municiones y minas sin estallar ni retirar en los bosques y arrozales. Estos efectos provocaron la bajada de producción en las explotaciones agrícolas y el aumento de la población urbana que huía del campo, convertido en campo de batalla. Se han contabilizado 10 500 000 refugiados; creando unas pérdidas de 200 000 millones de dólares.

También es verdad que, aún acallados por la censura oficial, muchos vietnamitas echaban de menos los tiempos de los "yankis" y su dinero. Pero con la apertura de relaciones diplomáticas en los años 90 y la ayuda económica estadounidense se han producido situaciones de cierto desconcierto ante tanta generosidad.

Las enormes infraestructuras de túneles excavados por todo Vietnam ahora forman parte de las atracciones que visitan los turistas. Se pueden ver las entradas camufladas, recorrer sus galerías, sentarse en las selvas de reuniones e incluso disparar las Ak-47. Este turismo de guerra ha contribuido a levantar la economía del país, muy debilitada tras la caída de la URSS.

Para el resto del mundo

La constatación de que un pueblo pobre, pero muy motivado podía derrotar a la mayor potencia mundial empleando la guerra de guerrillas caló muy hondo en la mayoría de los países. Hasta el punto de considerarse el medio definitivo de lucha de las naciones pobres contra las ricas, cosa de la que se han apartado después movimientos como el de los Sin tierra americanos.

Una nefasta consecuencia de aquella guerra fue la falta de atención prestada por Occidente al genocidio camboyano por ser un pueblo subdesarrollado que había logrado derrotar también a un aliado de Estados Unidos; por lo tanto, en la mentalidad izquierdista/revolucionaria, no podía ser malo o si lo fuera las informaciones aportadas por organizaciones como Amnistía Internacional se calificaban de falsas o manipuladas por los servicios de inteligencia estadounidenses.

Se puede decir que el Ejército de Estados Unidos aprendió muchísimo de lo vivido en Vietnam. Aunque los políticos de aquel país tuvieron cuidado después en no hacer combatir a sus asesores al lado de las fuerzas locales en regiones como Centroamérica, la experiencia obtenida en el sudeste asiático sirvió para formar a las fuerzas de países como El Salvador, Guatemala, Honduras, etc y ser una de las causas para lograr detener los movimientos guerrilleros de ideología comunista en Centroamérica que preocupaban a Estados Unidos décadas posteriores. En esa región sólo Nicaragua venció en su revolución.

Dentro del continente africano sólo en Etiopía venció una revolución marxista en 1977. La famosa e ineficaz línea McNamara fue puesta en práctica nuevamente en Sahara Occidental para frenar los ataques del Frente Polisario que a punto estuvieron de derrotar por completo a Marruecos. Estos muros de separación entre el llamado Sahara Útil y el resto del desierto emplean la misma tecnología de sensores de movimiento, detectores de personal y baterías tras las barreras físicas que la utilizada en la Zona Desmilitarizada; pero la experiencia obtenida permitió mejorar acertadamente la táctica empleada en la selva y supusieron una de las razones para que Marruecos lograra contener al Polisario..

En Europa ni ELA en Grecia ni el Dev Sol en Turquía lograron imponerse.

Por último, en Asia y Oceanía ningún movimiento marxista alcanzó el éxito de los vietnamitas.

Tras el descalabro de Vietnam las distintas administraciones estadounidenses trataron de evitar la participación directa en cualquier conflicto, especialmente en América. Así mismo, cuando estas se llevaron a cabo los distintos gobiernos reaccionaron con cierta rapidez; la Administración Clinton retiró a tiempo a las fuerzas enviadas a Somalia para evitar que aquella intervención se sintiera como una nueva derrota. En la década anterior, el presidente Ronald Reagan retiró del Líbano a sus fuerzas tras el atentado suicida en Beirut.

La utilización masiva del helicóptero en una guerra asimétrica se demostró correcta, pese a la derrota final. Tanto es así que en los conflictos posteriores de los años 80 y especialmente en siglo XXI se han empleado masivamente. En las Invasiones de Irak y Afganistán se han demostrado como el mejor método para combatir a un enemigo disperso y extremadamente móvil en la llamada Guerra contra el Terrorismo. Así la mayoría de los ejércitos de principios del siglo XXI tendieron a reforzar y diversificar sus flotas de helicópteros frente a los llamativos, pero menos eficaces cazas y bombarderos.



6.3 Rendición incondicional


A las 24 horas del 29 de abril (la Hora H) Saigón fue atacada por todas las direcciones, excepto desde el mar. Por la Zona Desmilitarizada penetraron más unidades, lo mismo que desde Laos y desde el centro norte de Camboya.

En un bosque de caucho próximo a Dau Giay aguardaba una unidad de ataque en profundidad formada por una brigada de carros de combate, un regimiento de infantería y algunas unidades más. Llevaban los vehículos camuflados con ramas, los brazos con cintas rojas para distinguirse y uniformes impecables para tomar la capital.

El general Cao Van Vien firmó la orden de resistir con la frase "defender hasta la muerte, hasta el final, la porción de la tierra que nos queda", poco después desertaba de su puesto y huía del país.

A las 15:00 del 29 de abril los transportes, los blindados y carros de combate de la unidad de ataque en profundidad salieron del bosque y llegaron a la capital aplastando toda resistencia que pudieron encontrar. Al día siguiente llegaron a Saigón mientras la gente trataba de huir por cualquier medios y con asombro ocuparon las calles de la capital avanzando hacia el cuartel general del Estado Mayor, el Palacio de la Independencia, el cuartel general de la Zona Capital Especial, el Directorio General de la Policía y el aeródromo de Tan Son Nhut con una enorme rapidez. Hasta los periodistas quedaron sorprendidos cuando recibieron la noticia de que habían penetrado en el palacio presidencial (los tanquistas vietnamitas tuvieron la cortesía de repetir el acto poco después para que lo pudiesen fotografiar). Era la Caída de Saigón.

Los comunistas subieron las escaleras del Palacio con sus banderas. Llegaron al despacho del presidente y entraron. Con cierta dignidad Minh dijo:

“Les hemos estado esperando para poder transferirles el gobierno”.

La contestación fue:

“Usted no tiene nada que transferir. Puede rendirse incondicionalmente” .

6.2 Los preliminares de la Ofensiva de Primavera

En un principio la seria derrota cosechada en la Ofensiva de Pascua hacía recelar al politburó de una rápida victoria. Más bien lo que trataban de conseguir era una posición más fuerte, a ser posible cortando al país en dos, para el ataque final que tendría lugar en 1976.

Sin embargo, desde el Sur, el general norvietnamita Tran Van Tra pedía una gran acometida a unos 10 km de la capital. Él insistía en que se podía conseguir una victoria rápida. El plan consistía en partir de las Tierras Altas Centrales hasta la ciudad de Pleiku y cortar su conexión con Ban Me Thuot. En un principio se aplazó la petición, pero finalmente Hanoi decidió comenzar la ofensiva, y el general Van Tieng Dung fue enviado al Sur para preparar todas las actuaciones.

El 1 de marzo de 1975 el EVN cortó los enclaves terrestres con Ban Me Thuot, la ciudad cayó el 13 de ese mismo mes. El ataque hizo tomar al presidente Thieu dos de tantas decisiones equivocadas, pero que en aquellos momentos resultaron extraordinariamente trágicas:

  • Sacar a sus fuerzas de Pleiku y Kontum para concentrarlas en la ciudad que terminaba de caer.
  • Abandonar la Zona Desmilitarizada, replegando todos los efectivos de la ciudad de Quang Tri hacia Hue y Da Nang.

La retirada se convirtió en una desbandada. La presión del ejército enemigo, el pánico de los civiles que huyeron aterrados y la ineptitud del mando que no pudo realizar una retirada ordenada (una operación de las más difíciles que se le pueden pedir a un oficial) minaron por completo la cohesión y espíritu de lucha de los soldados que, en lugar de defender las ciudades citadas, huyeron entre la multitud que bajaba despavorida. En un intento de evitar una derrota catastrófica el presidente del Sur en marzo decretó la movilización general para tratar de contener la ofensiva que muy pocos veían irremediable. Pero el esfuerzo resulta inútil, Hué cayó el 25 de marzo y Da Nang el 30. En las Tierras Altas Centrales también cundió el pánico y cayeron en poder del Norte dos días después.

Como reconoció posteriormente el general Van Tieng Dung, aquel fue un golpe de suerte con el que no contaban. Ante estas noticias el buró político dirigido por Le Duc Tho y el militar a las órdenes de Giap enviaron sendos cables aprobando la movilización solicitada por Dung. Este general comenta las discusiones que había habido por cual sería el campo de batalla elegido. Finalmente se optó por la región de Tay Nguyen por tener el Sur sólo dos divisiones para defenderlo y además diseminadas. Pero ni siquiera estas ofrecieron gran resistencia porque todo el país era un caos.

Al gobierno de Saigón sólo le quedaba jugar la carta de luchar en las provincias del sur (las más ricas) a la espera del monzón que detendría o paralizaría todo. Mientras el Vietcong asentaba sus bases y organizaba un Gobierno Revolucionario Provisional.

Mientras tanto ocurría eso, los contactos con Estados Unidos para conseguir apoyo aéreo no cesaron; pero en esta ocasión sólo lograron buenas palabras de un país que quería olvidar cuanto antes aquella contienda.

6.1 El alto el fuego de París

El 27 de enero de 1973 la delegación de Vietnam del Sur, la norvietnamita, la estadounidense y la del Gobierno Provisional de la República de Vietnam del Sur (el Vietcong) firman los Acuerdos de Paz de París. El documento se componía de 23 artículos con las misiones de cada bando y fue arduamente preparado hasta en los más mínimos detalles, pero Vietnam del Sur quedó excluido. Los estadounidense deseaban cerrar ese capítulo de su historia cuanto antes.

Los acuerdos de paz suponían el alto el fuego, la retirada de los estadounidenses en 60 días a cambio, la celebración de elecciones en el Sur y el intercambio de prisioneros.

Estos acuerdos suponían para Estados Unidos un respiro. Con el final de su participación en la Guerra ahorraba unos 8 100 millones de dólares y especialmente la gran tensión que se vivía en el país. Sin embargo para Vietnam (tanto del Norte como del Sur) no era más que una pausa en la lucha. Una vietnamita del sur comentó en Saigón:

La que ha terminado es la guerra de los norteamericanos, pero la nuestra sigue y nadie sabe ni cuando ni como terminará.

Por su parte el gobierno del Sur anunció que no celebraría elecciones en su territorio.

Ante la llegada del alto el fuego los combates se recrudecieron para ganar el máximo territorio posible. Sin embargo el gobierno de Saigón acogió la noticia con indiferencia y decidió afrontar el ataque del Norte. Estados Unidos había prometido continuar ayudando económicamente al Sur, pero muy rápidamente fue reduciendo las partidas económicas hasta prácticamente suspenderlas en tiempos ya del presidente Gerald

6.La victoria del norte y la derrota de Estados Unidos

Pese a lo que los acontecimientos demostraron después, en 1972 y 1973 la derrota del Sur no estaba clara para ninguna de las dos partes. Por un lado combatían ya a solas, pero por el otro estaban recuperando territorio y Estados Unidos les había entregado 2.500 millones de dólares en armas y municiones, suficiente para resistir durante varios años.

Tampoco las circunstancias internacionales se lo ponían fáciles a ninguno de los dos bandos.

Problemas económicos

Pese a la generosa carga del arsenal que habían dejado los norteamericanos la salida de la guerra redujo por dos veces las ayudas económicas al régimen de Saigón (primero por Nixon y después por el Congreso) hasta dejarlas en 700 millones de dólares anuales.

Este recorte en las ayudas aumentó aún más en 1975 lo que obligó a dejar en tierra a más de 200 aviones, la mitad de la fuerza aérea survietnamita.

La Crisis del petróleo aumentó el precio de los alimentos y otros productos de primera necesidad en todo el Sur lo que obligó a muchos soldados a realizar trabajos extras fuera de las filas o a dejar su puesto para poder ganar lo suficiente como para mantener a sus familias reduciendo, claro está, el tiempo disponible para entrenamientos y operaciones.

Para el norte las cosas no marchaban mucho mejor. La política de acercamiento de Nixon a China (la famosa Diplomacia del Ping Pong de 1971 y la visita a Pekín de Nixon en 1972) hacía pensar en una disminución de la ayuda militar del gigante asiático a Vietnam del Norte.

Unido a esto la URSS también bajó sus generosas aportaciones de fondos y armas al tener que preocuparse de la seguridad de sufrontera con China, en la que llegaron a darse enfrentamientos esporádicos.


5.La guerra se extiende

Los dos neutrales vecinos de Vietnam del Sur, Laos y Camboya, estaban siendo incapaces de contener la agresión de sus guerrilleros comunistas y tampoco lograban cortar la Ruta Ho Chi Minh que había sido muy importante en la preparación de las principales ofensivas.

Si Estados Unidos pretendía que su aliado pudiera sobrevivir a una guerra con el Norte debía cortar esas vías de infiltración y, de paso, terminar con el Cuartel del Ejército Nortvietnamita, viejo espejismo que pensaban encontrarían en Camboya y finalmente podrían librar y ganar una batalla convencional.

A principios de 1969 el recién elegido Richard Nixon comenzó una campaña de bombardeos secretos sobre Laos y Camboya. Los pilotos debían despegar, ir a una posición determinada y esperar órdenes. Una vez en la posición los controladores les daban las coordenadas que debían atacar. A la vuelta los mismos controladores deberían destruir todo documento sobre estas incursiones en territorio neutral. Pese a todas las precauciones en menos de un mes el New York Times ya publicaba noticias sobre estos documentos (filtradas por miembros de la Fuerza Aérea disconformes con estas operaciones). Según la edición de 1986 del Libro Guinness de los Records Laos fue el país más bombardeado del planeta con varios megatones de bombas convencionales.

Estos bombardeos perseguían un objetivo táctico, cortar la Ruta Ho Chi Minh, y otro más estratégico, demostrar a Vietnam del Norte que la nueva presidencia estaba dispuesta a todo con tal de terminar con aquella guerra, incluso la opción nuclear. Pero los vietnamitas del norte no se amedrantaron por eso y continuaron con su flujo hacia el sur.

sábado, 30 de junio de 2007

4.La Ofensiva del Tet


A finales de enero de ese año, cuando se celebra el año nuevo vietnamita (la festividad del Tet) 38 de las 52 capitales de Vietnam del Sur fueron atacadas y muchas prácticamente tomadas. La antigua capital del Imperio Vietnamita, Hué, cayó en poder de los rebeldes y tardó varios días en ser recuperada, Saigón estuvo en estado de sitio y la propia embajada de Estados Unidos fue allanada por un comando suicida que casi llega al interior del edificio.

La sorpresa fue total para los norteamericanos y el ARVN. Aquí encontramos otra clave sobre la derrota de Estados Unidos en esta guerra: la inteligencia militar no era capaz de ofrecer información clara y concreta de lo que estaba pasando y lo que se avecinaba. Pese a las toneladas de documentos incautados al enemigo en las operaciones, el empleo masivo de fotografía aérea y, al final del conflicto, de satélites espía, a la dispersión de miles de sensores por la selva y al empleo de los muy sofisticados, para la época, ordenadores de tercera generación; la Agencia de Seguridad Nacional no era consciente de los preparativos para la Ofensiva, ni la magnitud de los complejos de túneles que tanto ayudaron a ella, ni la existencia o no de un cuartel general del EVN en territorio sudvietnamita... Así se llegaba en muchas ocasiones a situaciones donde los oficiales de inteligencia marcaban como blancos importantes lugares que no sabían realmente si lo eran o no; pero que en caso de serlo les haría subir puntos. Naturalmente esos lugares debían ser inspeccionados por la infantería, que se jugaba la vida por ellos en lugar de la inteligencia que debía trabajar para evitarles esos riesgos.

Sin embargo la Ofensiva del Tet también guardaba una pequeña sorpresa para el mando norvietnamita; los soldados del sur resistieron el ataque con pocas deserciones y así ganaron varias luchas encarnizadas. El poder aéreo barrió casi por completo a los guerrilleros del Viet Cong (unos 40.000 muertos según los estadounidenses) y pocos días después todo el territorio ganado por los guerrilleros era recuperado, habiendo perdido el EVN buena parte de los efectivos que tan penosamente consiguió llevar al sur. La Ofensiva del Tet volvía a ser un fracaso como lo fue 14 años antes.

Mucho se ha discutido si el resultado era o no el deseado por Giap y los jerarcas de Hanoi; pero las opiniones son casi unánimes sobre los efectos acarreados en Estados Unidos.

3.1 Las acciones vietnamitas

Por su parte vietnamita el EVN y sobre todo el Viet Cong tenían muy claro que su táctica de atacar y causar todo el daño posible volvería a ser la correcta. Nuevamente se hacía cierta la metáfora:

Será una pelea entre un elefante y un tigre. Si el tigre se queda quieta el elefante lo aplastará sin remedio; pero el tigre nunca se quedará quieto. Saltará sobre el lomo del elefante arrancándolo grandes trozos de carne para esconderse después en la jungla. Así el elefante morirá desangrado.

Este frase encierra la esencia cruel y a veces atroz de aquella guerra, como suelen ser todas las guerras de guerrillas, un miembro del Viet Cong lo explicó claramente:

Nuestros camaradas no sentían pena. Sabían que tenían que matar tantos norteamericanos como fuera posible. Se nos había dicho que masacráramos tantos soldados imperialista como pudiésemos ya que, si ascendía el número de norteamericanos muertos, el pueblo estadounidense – al que no gustaba esta guerra- derrocaría a su gobierno.

Así mismo la frase anterior contiene otras de las bazas que supo jugar extraordinariamente el pueblo vietnamita: la utilización del terreno en su propio beneficio. En la jungla podían ocultarse sin ser vistos ni tan siquiera por visores luz de estrella o de infrarrojos, podía crear refugios más o menos seguros y podían esconderse tras una emboscada o para huir de una acción de búsqueda y destrucción. Los vietnamitas sabían utilizar la hostil selva en su beneficio, algo que los estadounidenses no llegaron a comprender del todo, como demuestra el deseo de terminar con la vegetación con desfoliantes o convertir en terreno en un cenagal baldío a base de bombas.

3.Las acciones estadounidenses


  1. Operación Rolling Thunder: que comenzó a principios de marzo de 1965 para atacar objetivos en Vietnam del Norte y reducir o eliminar la incursiones de sus unidades en el Sur. Como se demostró después fue uno de los primeros fracasos tanto en los objetivos alcanzados (se pensaba reducir la industria norvietnamita en pocos días) como en las muertes de civiles causadas. Además de constituir un constante quebradero de cabeza para las familias de los pilotos desaparecidos en combate (en inglés MIA).
  2. Cortar la llegada de suministros desde el Norte. Para ello se intensificaron las acciones de los Boinas Verdes en las Tierras Altas Centrales formando a una milicia de montagnes y consiguiendo muchos éxitos en la Ruta Ho Chi Minh (algunos autores opinan que fue la más eficiente acción de Estados Unidos). Al mismo tiempo la flota estadounidense bloqueó casi todos los envíos por mar.
  3. Atacar al enemigo en su propio terreno. Se intensificaron las operaciones de búsqueda y destrucción, se patrulló con lanchas el Delta del Mekong, se formaron y enviaron los SEAL para realizar acciones de contrainsurgencia... entre las acciones más destacadas.
  4. Desarrollar la campaña Corazones y Mentes, que tanto éxito les reportó a los ingleses en Malasia, para atraerse a la población con la reconstrucción de poblados, sanidad o entrega de maquinaria agrícola.

Estados Unidos y sus aliados lanzaron una misión tras otra y libraron una batalla tras otra, de las que se puede destacar (algunas ya comentadas):

  • Operación "Starlight para arrinconar al Vietcong.
  • Batalla del valle de Ia Drang para localizar y destruir a los regimientos del EVN que hostigaban a su fuerzas en la zona montañosa.
  • Operación "Rolling Thunder" para destruir la industria militar nortvietnamita y otros objetivos supuestamente militares.
  • Operación “Market Time” para cortar los suministros llegados por mar.
  • Operación “Prairia” donde se libraron durísimos combates en el llamado Cerro de los murmullos con el fin de detener la infiltración por la Zona desmilitarizada.
  • El empleo del Agente Naranja para eliminar la cubierta vegetal que protegía las guaridas y las posiciones desde las que los guerrilleros atacaban a las tropas regulares.

Así mismo en diciembre de 1965 la Fuerza Aérea puso en marcha el Programa Big Belly para permitir que los B-52 transportaran casi 10 000 Kg de bombas y en abril del año siguiente fueron desplazados a la isla de Guam para poder alcanzar Vietnam del Sur. Desde allí se realizaba una media de 300 salidas al mes. Con esta nueva arma se logró derrotar en 1966 a la Novena división del Vietcong para la que tuvieron que realizar 225 salidas.

Las operaciones, los bombardeos y las victorias daban una sensación a la opinión pública de pacificar el país, especialmente la de Estados Unidos; pero la imagen que se tenía al llegar a cualquier parte de Vietnam del Sur era de inseguridad. Así lo comprobaron los soldados españoles cuando llegaron a Saigón en abril de 1966. Los edificios oficiales se veían protegidos por sacos terreros, el autobús que los transportaba llevaba las ventanillas cubiertas por rejas para impedir la entrada de granadas. Incluso en el propio hotel Península, donde se alojaron, tuvieron que interrumpir la emisión de una película por explosiones cercanas y el posterior contraataque con helicópteros. Eso dentro de la propia capital del país.

Con esta campaña de misiones y ataques el avance comunista se detuvo casi en seco. Sin embargo el alto mando estadounidense veía varios problemas; el propio Westmoreland reconoció en 1965 que el número de bajas norteamericanas resultó desproporcionadamente alto, en 1966 el número de victorias se redujo (los vietnamitas estaban empezando a llevar la iniciativa) a lo que lo Westmoreland respondió solicitando, y obteniendo, más soldados y seguir empleando la artillería, la aviación, el alto explosivo y demás medios devastadores a su alcance. De esta forma las operaciones siguieron sucediéndose una tras otra:

  • Operación “Cedar Falls” que permitiera destruir las infraestructuras del Vietcong, infligirle fuertes pérdidas y abrir el camino hacia la victoria.
  • Operación "Junction City" para localizar y destruir el supuesto cuartel general del Vietcong en una batalla convencional.
  • Levantar la Línea McNamara para detectar y neutralizar cualquier intento de penetrar por la Zona demilitarizada.
  • Traslado de los B-52 a Tailandia para poder realizar las misiones sin necesidad de reaprovisionamiento en vuelo.
  • Aumento de las salidas de los B-52 hasta una media de 800 al mes[.
  • Desarrollar la Fuerza Fluvial Móvil para patrullar el delta del Mekong con el fin de patrullar, localizar y limpiar los santuarios del Vietcong y cualquier cargamento de armas o suministros que se intentara infiltrar por este inmenso río.

Gracias a toda esta ayuda y esfuerzo el gobierno de Saigón fue recuperando buena parte del territorio perdido los años anteriores y en 1967 en Estados Unidos se creía que la victoria estaría de su lado en no mucho tiempo. Pero la desmesurada potencia de fuego utilizada estaba resultando contraproducente en muchas ocasiones. Un aldeano comentaba

La aldea ya no existe[...] Fue destruida por los norteamericanos, reconstruida y después destruida nuevamente por ellos. Después de esto se le llamó zona de fuego libre. Dijeron que, con la aldea muerta, ya no había razón para que nadie fuese allí, ni siquiera para visitar la tumba de nuestros antepasados.

Del mismo modo, el empleo de una arma tan devastadora como los superbombarderos B-52 causó rechazo en buena parte del mundo, incluido el propio Estados Unidos.

2.5 La moral de los vietnamitas

Aquellos hombres y mujeres menudos y, generalmente, delgados han sorprendido desde entonces a todo el mundo por su tenacidad y voluntad de vencer a cuantos enemigos se le hayan opuesto. Esta motivación, en ocasiones, era confundida por los norteamericanos con fanatismo o ejemplos del desprecio de los líderes comunistas y dictatoriales hacia su pueblo. Aunque es cierto que ambos Vietnam eran dictaduras y que fueron muy comunes los casos de ejecuciones sumarias por parte de los oficiales del EVN, los vietnamitas tenían un gran deseo de vencer y una fe de hierro en sus sacrificios. Como ejemplo puede servir el testimonio dado por Duong Thi Xuan Quy al cruzar la Autopista 9 al final de la Ruta Ho Chi Minh:

Mi piel se está despellejando y estoy extenuada... Llegué cojeando y eran las seis en punto cuando crucé la Autopista 9. La carretera no era ancha, pero tuvimos que aligerar el paso para no llamar la atención de los aviones enemigos. Apareció de repente ante mí, una curva difuminada por el sol de verano y sembrada de guijarros. No obstante parecía lo suficientemente intacta. Así crucé la Autopista 9, una vía cuyo recuerdo se perpetuará en la historia de nuestro heroico pueblo.

Otro ejemplo de laboriosidad sin desesperanza lo dieron los habitantes de Vietnam del Norte tras los bombardeos que nada tenía que envidiar a la famosa flema británica. Un miembro de la comunidad lo relataba de la siguiente manera:

Desde que empezaron los bombardeos de la “Operación Rolling Thunder”, todo el Norte, excepto Hanoi y Haiphong, habían sufrido ataques aéreos de todo tipo: napalm, fósforo blanco, minas antipersona, alto explosivo, desfoliantes. Cada puente, cada encrucijada, cada estación de ferrocarril, cada fábrica habían sido atacados, reconstruidos, camuflados, atacados nuevamente, trasladados y reconstruidos nuevamente.

Para los hombre provenientes de regiones templadas la jungla les puede resultar un lugar hostil, amiga de sus enemigos y enemiga suya, como creían los ingleses en Birmania durante la Segunda Guerra Mundial. Los vietnamitas debían alimentarse de serpientes, ratas, lagartos y, cuando había suerte, arroz; por esta razón cuando los alimentos faltaban podían sobrevivir de la selva sin que se resistiera su moral y cuando aquellos llegaban, tras el robo en una base, se vivían momentos de euforia y satisfacción. Eso fue algo que habían experimentado los franceses de la Columna Alessandri en su penosa marcha hacia China, cuando los aviones estadounidenses lanzaron raciones c de comida fue para ellos un manjar; cosa que para los miembros de las unidades norteamericanas perdido en la selva no suponía ninguna esquisitez e incluso se llegaba a establecerse turnos para pudieran elegir las que más les gustaba.

2.4 El Vietcong

El Gobierno Provisional de la República de Vietnam del Sur aprendió pronto lo mortífero de la potencia de fuego estadounidense y decidió emplear la guerra de la pulga con pequeños golpes pero de gran contundencia. En teoría se trataba de aplastar a una unidad por la superioridad numérica (diez a uno, aunque no siempre era posible esa proporción) y retirarse antes de la reacción del enemigo.

Entre las ayudas que conseguían en los países vecinos, las que aportaba el Norte y las obtenidas de bombas y granadas sin explotar de Estados Unidos permitían un limitado suministro de material explosivo para fabricar bombas y trampas bombas. El armamento era una prioridad y las demás necesidades ocupaban un segundo plano, casi opuesto al bando enemigo, donde la superioridad logística de las tropas extranjeras no acarreaba más que envidia y odio, y con ella ganas de golpear con más fuerza. Un ex miembro del Vietcong recordaba:

Nuestros oficiales de inteligencia decían que los norteamericanos tenían filetes, cerveza y helados en sus bases, y que la guerra sólo les ocupaba parte de su tiempo. Llevábamos la guerra sobre nuestras espaldas donde quiera que fuésemos, con o sin armas. A diferencia de ellos teníamos pocas medicinas y ningún hospital cuando nos herían.

Además, su adaptación al terreno les permitía vivir escondidos o trabajando durante el día y por la noche realizar todo tipo de ataques empleando el terreno y la vegetación para acosar a su enemigo. De esta forma la noche realmente les pertenecía, porque durante esas horas, eran ellos quienes dominaban el terreno.

Su contacto y cercanía con la población local les permitía tener acceso a alimento e información. Antes de seleccionar un objetivo los comandantes de regimiento enviaban un explorador que tomara contacto con la población local y prepararan la entrada, el ataque y la retirada. Si las tres acciones se consideraban posibles se realizaba el ataque. Estos muchas veces consistían en oleadas humanas, pero si se tenía cuidado en no desperdiciar vidas humanas y limpiar el terreno de cadáveres para poder honrarlos con una ceremonia cuando la operación terminara.

La cadena de mando de los vietcong funcionaba como la de cualquier ejército o incluso mejor. Tanto es así que sorprendieron a los estadounidenses organizando ataques a nivel de división. Una unidad atacaba a otra inferior en número y cuando se solicitaban refuerzos para repeler la agresión, las fuerzas enviadas eran atacadas por una unidad aún mayor que la primera. Así se conseguía aumentar la impaciencia en auxiliados y auxiliadores contribuyendo a la victoria y al derrumbe de la moral, esta fue una de las causas por la que fracasó la Operación Attleboro en 1966. Si los refuerzos eran demasiado grandes el Vietcong siempre podía desaparecer en la selva, excepto quizá una unidad: los pijamas negros. Esta unidad estaba formada por los hombres más motivados, vestían la clásicas prenda de los campesinos y portando un fusil o subfusil, un candado y una cadena para atarse a un árbol con el fin de luchar sin retirada ni rendición, para herir con fuerza a los enemigos o permitir la retirada de sus compañeros.

Los guerrilleros no eran comunistas en su mayoría, ni siquiera eran hombres en su totalidad. Cuando alguna unidad estaba escasa de efectivos reclutaban mujeres que combatían con la misma fiereza que sus compañeros masculinos. Esta fiereza, determinación y renuncias sorprendió mucho a los estadounidenses, a menudo llegados al sureste asiático por un reemplazo. Incluso tiempo después los antiguos miembros de aquella fuerza guerrillera también ven con asombro su abnegación:

Realmente no sé cómo pudimos aguantar todos aquellos años. No había nada que hacer excepto luchar y seguir luchando una vez tomada la decisión. Los soldados norteamericanos tenían suerte. Regresarían a sus casas, a miles de kilómetros, una vez terminada su tarea. Nosotros no teníamos nada, excepto la tierra, nuestra tierra. Si nos rendíamos, no tendríamos nada. Posiblemente, en el fondo de nuestros corazones, les odiábamos.

Incendio de un campo base Vietcong de parte

de soldados Estadounidenses durante la guerra

de Vietnam.


2.3 La Ruta Ho Chi Minh: El abastecimiento de los guerrilleros


La crueldad contra los prisioneros de guerra fue algo común por parte de ambos bandos. En el caso del desertor Le Van Than, capturado por el Vietcong, fue deliberadamente desnutrido durante un mes. Imagen tomada en 1966.

Puesto que la flota de Estados Unidos hacía imposible el abastecimiento por mar, Vietnam del Norte decidió reforzar, ampliar y utilizar profusamente la ruta que abrió en 1959.

Esta ruta fue bautizada con el nombre del primer presidente del Vietnam moderno, Ho Chi Minh y distaba mucho de ser una carretera, o incluso un camino. Discurría por Laos y Camboya y en su mayor parte era una colección de sendas y veredas utilizadas para transportar todo tipo de provisiones y soldados.

Pese a que se ha sobrevalorado su importancia esta ruta fue una pieza clave en la victoria del Norte sobre el Sur. Especialmente porque nunca pudo ser cortada ni detenida. Se utilizaron todo tipos de técnicas desde los bombardeos masivos hasta el sembrado de sensores inteligentes que el caminar de personas o incluso el sudor; pero por la acción de los animales, la selva, los innumerables camino y la perseverancia de los vietnamitas todos resultaron inútiles. Así una vietnamita relataba en su diario su agotamiento y el dolor que le producía en la espalda la carga que llevaba; pero también el deseo para seguir adelante y no ser dejada atrás por sus compañeros, pese a todas las privaciones.

Con el tiempo la Ruta fue sembrándose de zonas para descansar y reponerse, además de cultivar alimentos para aliviar la presión sobre las mercancías transportadas. Estos centros fueron objetivos de bombardeos, de ataques por parte de mercenarios contratados por la CIA e incluso de incursiones en Camboya (ver más adelante) y Laos (ver más adelante). Pero, como en el caso de los bombardeos, volvieron a resultar inútiles y la Ho Chi Minh fue una de las piezas claves para poder lanzar la Ofensiva del Tet, después la Ofensiva de Pascua y por último la Ofensiva de Primavera, que terminó con Vietnam del Sur.

Así mismo, fue la Ruta y los puestos levantados en ella la que abrió las puertas a que Vietnam del Norte movilizara su ejército cuando el gobierno pro occidental de Laos cayó y convirtiera a ese país en un protectorado de facto.

2.2 El ejército de Vietnam del Norte


La guerra de Vietnam se ha comparado y probablemente se seguirá comparando con cualquier otra contienda donde los Estados Unidos no ganen con la claridad que se espera de su armamento, Somalia o Irak. Sin embargo la de Vietnam cuenta con dos diferencias que no se han vuelto a repetir desde entonces:
  • Los estadounidenses y otras fuerzas de la coalición luchaban contra un ejército regular que estaba invadiendo el país, además de contra los guerrilleros. El EVN utilizaba principalmente tácticas guerrilleras y el entrenamiento estaba destinado principalmente a crear lo que se puede llamar fuerzas de irregulares. Pero era un ejército regular en cuanto a reclutamiento, organización, armamento, etc. Además Vietnam del Norte no contaba con vecinos enemigos que debiera vigilar con unidades, por lo que podía destinar prácticamente todo sus recursos a infiltraciones en el Sur.
  • El ejército y el país que lo mandaba contaba con la ayuda de una superpotencia, como era la Unión Soviética, que le facilitó la adquisición del más moderno armamento y entrenamiento. Ciertamente la cantidad no era parecida a la entregada por Estados Unidos a su aliado, pero sí era una ayuda que no puede compararse con las otras fuerzas que se han enfrentado a Estados Unidos posteriormente. Esta afirmación no quiere decir que sin la ayuda soviética el Norte no hubiese conseguido la victoria, pero sí la aceleró notablemente.

2.1 Los primeros enfrentamientos

Aunque en ocasiones quizá dependieran demasiado de los helicópteros, resultó un arma formidable, como quedó perfectamente demostrado en el valle de Ia Drang donde estas máquinas realizaron una fundamental misión para transportar a los hombres al centro de la batalla, aprovisionarlos y extraer a los heridos. Más aún lo fue en la Operación Starlight que fue la primera prueba de fuego para los marines. A principios de 1965 los estadounidenses pusieron en marcha la Starlight y lograron sorprender primero y arrinconar después al Vietcong en la península de Noh Nang. Una vez allí pudieron destruir a los guerrilleros con todo el armamento a su alcance: armas portátiles, artillería, aviación y artillería naval de los cruceros fondeados en el golfo de Tonkín. La victoria estadounidense resultó contundente.

El éxito de la Operación Starlight y en Ia Drang, unido a lo aprendido en Corea en evacuaciones sanitarias (también sobre las mismas selvas de Vietnam cuando sólo eran asesores) fueron la prueba de fuego para este nuevo medio de transporte y también de guerra, en palabras del propio general William Westmoreland. No sólo para salvar heridos, sino para llevar todo lo necesario a cualquier sitio por difícil que fuera e incluso atacar a tierra con ametralladoras y poco después con cohetes.

Ya en agosto de 1962 el informe Howse calificó de "necesario y deseable la adopción del concepto de movilidad aérea en el Ejército" y las reticencias que el Pentágono pudo tener a los aparatos de ala variable quedaron disueltas por completo. Se redactaron planes para formar nuevas unidades que formarían la Caballería Aérea, transportada, apoyada y abastecida por helicóptero. Hombres de la 2º División de Infantería fueron transferidos a la nueva división y el 1 de julio de 1965 nació la 1º División de Caballería Aérea.

Sin embargo, en batallas más o menos convencionales, los guerrilleros vietnamitas aún tenían cartas que jugar y lo demostraron en el mes de junio, cuando desintegraron por completo el 51º batallón del ARVN. En una acción sorpresa, cerca del golfo de Tonkín.

Pero la lección de lo terrible que podía ser la potencia de fuego y el empleo del helicóptero la recibió también el EVN en noviembre cuando esperaron a los estadounidenses en el valle de Ia Drang, en las Tierras Altas Centrales. Pese a la desproporción en el número de contendientes, un batallón de caballería aérea (casi 400 hombres) por parte de los estadounidenses contra casi 4.000 combatientes del EVN y el Vietcong, la potencia de fuego de los primeros fue tan grande que la batalla se perdió con terribles bajas para los hombres del norte.

2.El comienzo


A lo largo de la década de los 60 los asesores estadounidenses habían sido atacados en varias ocasiones e incluso existen rumores de que participaron en operaciones de búsqueda y destrucción junto a los vietnamitas o de forma individual; pero fue en agosto de 1964 cuando dos destructores que navegaban en el Golfo de Tonkín informaron haber sido atacados dos veces por lanchas vietnamitas, en la segunda ocasión llegaron a decir que les fueron lanzados decenas de torpedos. El presidente Lyndon B. Johnson decidió actuar con todo el poder de que disponía.

Después del incidente el propio presidente Johnson comentó que los tripulantes de los buques habían confundido a los vietnamitas con una bandada de peces voladores y actualmente es difícil, por no decir imposible, encontrar expertos que no consideren lo de Tonkin un error provocado por las condiciones meteorológicas; pero resultó la excusa definitiva de Johnson para solicitar al Congreso aprobar la Resolución del Golfo De Tonkín. Esta resolución conferiría plenos poderes para que los asesores presentes en Vietnam realizaran operaciones fuera del recinto de sus bases, además de poder incrementar la presencia militar en ese país. A estos factores debe añadirse el de ser campaña electoral en Estados Unidos y necesitar Johnson mostrar una imagen de fuerza ante el comunismo que le permitiese ganar votos, incluso su rival tuvo que apoyar la petición.

El Congreso aprobó la Resolución solicitada por el Presidente unos días después de los mencionados ataques. Entonces el gobierno de los Estados Unidos tenía lo que se calificó como el camisón de la abuela, donde debajo cabe todo. A principios de marzo de 1965 desembarcaron en la base de Da Nang los 3.500 marines que se unirían a los 22.500 asesores que ya servían en Vietnam.

Pese a lo que pudiera parecer por la marcha que tomaron posteriormente los acontecimientos, el primer contingente de marines fue muy bien recibido por los habitantes de Da Nang, con guirnaldas de flores y bailes. Al mismo tiempo, en Estados Unidos, el apoyo popular rondaba el 60% de la población; pese a que las protestas en contra y las denuncias al descaradamente clasista sistema de reclutamiento comenzaron muy pronto.

Tampoco debe pensarse que Estados Unidos entró en guerra contra ninguna nación desde el punto de vista del Derecho Internacional. No hubo declaración de guerra ni tampoco una invasión de Vietnam del Sur que este país no hubiera solicitado. Estos motivos hacen que siempre deba escribirse guerra de Vietnam con minúsculas; pues nunca fue reconocida como tal. Este punto hacía imposible imponer una censura de prensa como en cualquier otra contienda hasta la fecha. Por estas características particulares los periodistas pudieron lanzarse a la caza de historias, cosa que resultó más difícil en otros conflictos posteriores, caso de las dos guerras del golfo Pérsico.

Al igual que buena parte de la población estadounidenses y parte de la vietnamita en el año 1965 la mayoría de los medios de comunicación estaban a favor de la intervención. Fue después cuando la actitud de los periodistas comenzó a cambiar. Con motivo de los matanzas que pudieron mostrar el movimiento pacifista hablaba con conocimientos de causa, el cambio de actitud de varios políticos, como el propio McNamara, y el horror de una guerra de guerrillas fueron invirtiendo la actitud de los periodistas hacia el conflicto de Vietnam y siendo esta, la falta de apoyo popular, una de las causas de la derrota. Otros autores, entre los que destaca el propio Ejército de Estados Unidos, prefieren concretar que fueron las restricciones impuestas por los políticos a los militares, a consecuencia de la presión mediática entre otras, las que contribuyeron decididamente a la derrota.

Estados Unidos quería dejar claro que había llegado al sudeste asiático para quedarse y, en segundo lugar, deseaba desplegar su enorme potencia de fuego con la que aniquilar a su enemigo en poco tiempo.

Para lograr el primer objetivo los envíos de más soldados no cesaron en varios años y a finales de 1965 ya eran más de 100.000 los efectivos destinados a Vietnam. En la parte presupuestaria el primer año de conflicto Estados Unidos destinó 1.000 millones de dólares en ayuda, gracias a esta riada económica los suministros alcanzaron la cifra de casi 10 millones de toneladas al mes. Además Estados Unidos siempre se ha enorgullecido de abastecer bien a sus soldados con uniformes limpios cuando no podían bañarse, regalos de casa e incluso periódicos. Los militares llegaban incluso a garantizar al menos una comida caliente al día para todos sus hombres, llevadas en tarrinas de aluminio en helicóptero, aunque a veces la variedad creaba algo de desorganización y errores en la rotación de los ingentes recursos disponibles. Un veterano se quejaba de que recibían uniformes nuevos, galletas y otros artículo, pero ni una sola comida decente en siete días.

Las cosas resultaban muy diferentes para los enemigos. Ellos pasaban necesidades de medicamentos, víveres e incluso agua en sus magníficos sistemas de túneles; tanto es así que los norteamericanos montaron una base sobre el sistema de túneles de Cu Chi, sin darse cuenta nunca de lo que tenían debajo, los vietnamitas salían principalmente para robar comida.

Toda esta ingente cantidad de materiales y suministros requería una enorme cadena logística que lastró mucho al Ejército y lo convertía en un elefante lento y torpe, como lo veían los comunistas. Así uno de cada siete soldados estadounidenses se vio realmente envuelto en combate, los demás pertenecían a cuerpos logísticos, administrativos, médicos, mecánicos…

Para cumplir la segunda meta, el despliegue de potencia de fuego, los camiones y los helicópteros llevaban cañones de distintos calibres a donde hiciera falta para dar cobertura a las tropas de infantería. Cuando las piezas no podía descargarse por lo espeso de la selva aviones de distintos tipos lanzaban bombas de cientos de kilos de explosivo que abrían un cráter para permitir el aterrizaje de los helicópteros. También comenzó a equiparse a los helicópteros con misiles y pronto aparecerían los nuevos helicópteros artillados.

Con todo este poder en sus manos se organizaron varias operaciones de gran envergadura, siendo la primera y más importante la llamada Operación Starlight, contra el Vietcong, y la más sangrienta, la del valle de Ia Drang contra el EVN principalmente.

1.2 De nuevo en guerra

Mientras en Vietnam del Norte la cancelación del referéndum no constituyó un escollo insalvable. Su presidente Ho Chi Minh, Vo Nguyen Giap como ministro de Defensa y el politburó, consideraron la independencia de Francia como un paso más de su estrategia a largo plazo. Según esta estrategia la reunificación del país por votación o por la fuerza sería el siguiente paso, e incluso más aún con la posterior dominación de toda Indochina (viejo sueño vietnamita desde la Edad Media).

Los combates por parte de los guerrilleros del Vietcong comenzaron pronto ayudados por los comunistas del norte en forma de envíos de munición, armas, víveres y otros enseres por ruta marítima. También se realizaron algunos envíos por tierra en lo que después fue la famosa Ruta Ho Chi Minh; pero inicialmente los hombres del sur llevaron la iniciativa ayudados desde el mar.

Por su parte el ARVN, el Ejército de Vietnam del Sur, resultaba muy ineficaz luchando en su propio país. El armamento poco adecuado, los escasos pilotos de helicópteros nativos y especialmente la gran corrupción e ineptitud de sus mandos (la mayoría colocados por compromisos políticos entre familias con una escasa cualificación militar y aún más escaso valor) hacían que los soldados del sur se arriesgasen lo imprescindible; incluso viendo luchar a sus compañeros a escasas decenas de metros, no tuvieran confianza en sus mandos y no siguieran las mínimas obligaciones de un soldado. Como ejemplo valga el testimonio de un estadounidense que se asombraba al verlos hacer guardia con un transistor a todo volumen.

A pesar de los puntos a favor de los insurgentes, las victorias y la dominación masiva de territorio se dieron cuando llegaron los hombres del norte (como se les ha llamado algunas veces a los soldados del EVN), porque pese a lo que pueda parecer, no todos los vietnamitas del sur veían con buenos ojos a los comunistas, y los solían tratar como paletos. Tampoco el Vietcong confiaba mucho en sus aliados, y éstos no terminaban de vencer su resistencia a obedecer las órdenes dadas desde Hanoi.

Por estas razones el régimen de Sur no se desmoronó; pero cada vez cedía más territorio. En 1965, año de la intervención directa de Estados Unidos, aproximadamente el 60% del país estaba en poder del Vietcong y no había expectativas de un cambio en la tendencia porque la iniciativa en los combates la llevaban los guerrilleros y los soldados del Norte.

1.Vietnam no se reunifica

Aunque en los acuerdos de Ginebra se aprobaba la independencia de Camboya, Laos, Vietnam del Norte y Vietnam del Sur se incluyó una cláusula por la cual se celebraría un referéndum en 1958 para decidir si los dos Vietnam seguían por separado o se reunificarían.

Pero antes de que dicho referéndum se llevara a cabo, Vgo Dinh Diem dio un golpe de estado y anuló los comicios. Lo cual indica la escasa confianza en ganarlo; porque, como indica Eduardo Punset:

Los referendos se celebran cuando al gobierno le conviene.

Al mismo tiempo la escasa entidad de Vietnam del Sur como país y la enorme corrupción existente en el gobierno, provocó que el régimen de Vgo Dinh Diem se hiciese tremendamente impopular. Ante esta situación ocurrieron dos acciones paralelas, pero complementarias:

Comienzo de la presión de Vietnam del Norte sobre el Sur en forma de entrega de suministros y armas a los opositores al régimen pro occidental.

Lenta creación de un movimiento de resistencia contra el régimen dictatorial del presidente Diem denominado Frente Nacional de Liberación de Vietnam, más conocido como Vietcong. El Vietcong comenzó la lucha en 1960 por la caída del Régimen de Saigón y la reunificación del país. Su táctica consistía en la guerra de guerrillas que tantos éxitos les trajo en el conflicto anterior.

Al Vietcong le resultaba muy fácil lograr voluntarios para terminar con un gobierno incompetente, represivo y corrupto. Un aldeano que se unió a ellos declaró que cuando llegaba el cobrador de impuestos exigía a los habitantes del pueblo los tributos y cuando se marchaba prácticamente no les quedaba nada; además el Vietcong contaba con buen número de veteranos del Viet Minh que habían derrotado a los franceses una década antes, aunque la mayoría de aquellos veteranos fueron repatriados al Norte tras la Guerra de Indochina.

El presidente Diem murió en 1963 en un golpe de estado, patrocinado por la administración estadounidense de John Fitzgerald Kennedy a quien no le convenía apoyar a un general católico dentro de un país con otra mayoría religiosa; escenas como la que dio la vuelta al mundo de un monje busdista sentado en una calle y cubierto por las llamas por el ritual bonzo, para protestar contra la guerra, marcaba las diferencias religiosas entre los dirigentes y su pueblo. Diem, a pesar de su mano dura era el único jefe de estado capaz de controlar la agresión de las guerrillas. Diem fue sustituido por el débil y falto de voluntad Nguyen Van Thieu.

Indice

1.Vietnam no se reunifica
1.2 De nuevo en guerra
2. El comienzo
2.1 Los primeros enfrentamientos
2.2 El ejército de Vietnam del Norte
2.3 La Ruta Ho Chi Minh: El abastecimiento de los guerrilleros
2.4 El Vietcong
2.5 La moral de los vietnamitas
3. Las acciones estadounidenses
3.1 Las acciones vietnamitas
4. La Ofensiva del Tet
5. La guerra se extiende
6. La victoria del norte y la derrota de Estados Unidos
6.1 El alto el fuego de París
6.2 Los preliminares de la Ofensiva de Primavera
6.3 Rendición incondicional
7. Repercusiones del conflicto
8. Videos
9. Imagenes